La mineralidad en el vino es un término que se ha utilizado durante años, pero ¿qué significa exactamente?
Normalmente se utiliza para describir un sabor que se puede encontrar en algunos tipos de vino. Por lo general, se considera un atributo positivo, aunque puede ser no tan agradable para algunas personas.
Los minerales se asocian tradicionalmente con el agua y las rocas, pero también están presentes en el suelo y las plantas. Los sabores minerales se pueden encontrar en algunos vinos blancos y tintos de climas más fríos, especialmente los elaborados con suelos calcáreos.
Antes de comenzar a profundizar un poco más sobre este tema, queremos que sepas que los minerales están presentes en todo tipo de alimentos y bebidas (agua, queso, carne, etc.), pero son particularmente importantes en la elaboración del vino porque pueden agregar complejidad y profundidad al sabor de un vino.
¿Qué significa?
Como término se ha utilizado durante siglos para describir vinos de ciertas regiones o viñedos. Está directamente relacionado con el terruño donde fue cultivado un vino, más que con la variedad de uva con la que fue elaborado. Esto significa que se puede usar la mineralidad como un indicador de procedencia: si conoces el origen de un vino, se puede determinar su sabor en función de sus características de mineralidad.
Probablemente ahora te estarás preguntando de dónde provienen estos sabores, primero debes saber que los minerales generalmente se encuentran en suelos arcillosos, que se han formado por la erosión de las rocas durante miles o millones de años.
Los elementos minerales son nutrientes esenciales para la salud humana e incluyen calcio, potasio, magnesio y hierro, entre otros. También están presentes en el suelo y el agua que se utiliza para hacer vino. Los minerales le dan al agua su contenido mineral e influyen en el sabor del vino.
¿Cómo sabe la mineralidad?
Los minerales son sustancias naturales que se encuentran sobre o en las rocas, el suelo y el agua y que proporcionan nutrientes esenciales para las plantas. Estos minerales pueden estar presentes como sales o pueden disolverse en agua antes de ser absorbidos por las plantas. El sabor de los minerales proviene de cómo interactúan con los receptores gustativos de nuestra lengua.
Los minerales tienen un sabor único que no se puede describir solo como dulce, agrio, amargo o salado. Algunas personas describen este sabor como terroso o metálico; sin embargo, algunos vinos no tienen ningún carácter mineral. El carácter mineral depende de qué minerales estén presentes en el vino, hay cientos de diferentes tipos de minerales.
En general, los vinos con mineralidad tienden a tener niveles de acidez más altos que los vinos no minerales porque a menudo provienen de climas más fríos donde la acidez se desarrolla más lentamente durante la maduración.
Minerales como el sodio, el cloruro y el sulfato se encuentran naturalmente en muchas regiones del mundo y se ha demostrado que tienen efectos beneficiosos para la salud debido a su capacidad para ayudar a equilibrar los niveles de electrolitos de nuestro cuerpo.
El agua rica en minerales generalmente tiene un alto contenido de minerales, por lo que tiene sentido que cuando la vid se cultiva en tales suelos, transmita algunos de esos minerales a sus frutos.
En resumen, significa que puedes saborear minerales en tu vino. ¿Los has percibido?