Prejuicios del Vino

Prejuicios del vino. Seamos honestos, ¿Cuántas veces hemos juzgado a un vino por su presentación? y por esa misma razón, tal vez hemos perdido la oportunidad de descubrir nuestro próximo vino favorito y seguimos sin experimentar vinos que podrían resultar muy buenos e interesantes.

A decir verdad, es muy común que usemos nuestros prejuicios en muchos aspectos de nuestra vida, nos debe parecer lo suficientemente bien o atractivo, lo mismo pasa con el vino, y con el paso de los años hemos creído y reforzado ideas de “expertos” en el mundo del vino. Y si bien no está mal seguir ciertas recomendaciones, no debemos limitarnos a probar otros tipos de vinos con conceptos y procesos diferentes a lo tradicional. 

Te damos algunos ejemplos de estos prejuicios que es necesario que dejes atrás:

Los vinos de tapa rosca

Aunque aún existen ciertas diferencias en el mundo del vino sobre qué tipo de tapón es el más apto para el vino, la realidad es que existen diferentes estilos de vino y aquellos que usan tapa rosca no son malos, es más es un tapón bastante práctico, seguro y sobre todo hermético. Normalmente estos se utilizan para vinos jóvenes o con mayor rotación, en los cuales su consumo va a ser pronto y no de guarda.

El corcho natural

Si abrimos una botella y el tapón no es de corcho natural, podemos llevarnos una decepción creyendo que el material es más “barato” llevándonos a la idea que el vino es de baja calidad. La verdad es que los tapones técnicos de uso alimentario son más caros, y normalmente se utilizan para garantizar que los sabores y aromas del vino se conserven mejor, ya que el riesgo de oxidación, reducción o la presencia de tricloroanisol (TCA) que puede ocurrir al usar un corcho natural.

El fondo de la botella

Cuando alguien compra un vino caro, lo primero que hace es sentir la case de la botella, pues se tenía la creencia que si esta era profunda, era garantía de calidad. Pero tenemos que decirte que asumir esto es incorrecto, la razón por la cual algunas botellas tienen el fondo más profundo se debe a decisiones de marketing y normalmente se debe a la presunción que el consumidor asume que ese vino es de una calidad superior por esta razón. Pero es importante reconocer que no cambia para nada el sabor, ni estructura del vino.

Botellas pesadas

Se cree que mientras más pesada sea una botella, la calidad del vino es superior, pues se cree que tiene un mejor prestigio y distinción al resto de las botellas que suelen ser más livianas. En realidad el fabricar y transportar estas botellas, resulta en un costo más alto para la empresa pero no supone un cambio en las características ni calidad del vino.

La forma de la botella

Tan solo hace falta darnos una vuelta por la sección de bebidas para notar que existen un sin fin de estilos de botellas de vino. Y si bien, algunas formas se deben al tipo de vino que contiene y las características que este requiere para su correcto almacenaje, ninguna de ellas, por más bonita o atractiva que resulte la botella, no garantiza que la calidad del vino sea superior . La mayoría de las decisiones de diseño fuera de lo convencional, están basadas en estrategias de mercadotecnia.

El color del vidrio

Es verdad que el color de algunas botellas de vino están pensadas específicamente en las características del mismo, pues aquellas más oscuras tienen el propósito de cuidar el contenido de la luz y así ayudar a conservar el vino, y las botellas transparentes nos permiten revelar el color de la bebida, siendo estas últimas más utilizadas en los vinos blancos y rosados. El color de la botella no tiene que ver con la calidad del contenido, sino más bien con las características que éste necesita.

El diseño de la etiqueta

Por último pero no menos importante, pero probablemente el prejuicio más popular sea decidir si comprar o no un vino por el diseño de la etiqueta. Si bien es cierto que hay etiquetas realmente atractivas y agradables a la vista, tampoco supone que el vino será de buena calidad, así como una etiqueta más tradicional, no significa que el vino será malo.

Al final de esta lectura queremos aconsejarte que dejes de lado tus prejuicios y te atrevas a probar diferentes tipos de vinos y experimentes, a lo mejor en la botella que menos esperas, se encuentre tu próximo vino favorito.